La MIRILLA
Observo por la mirilla de la puerta,
y veo un rostro deforme,
su nariz es enorme, sin orejas aparentes.
Abro la puerta sin recordar
si alguien llamó, o no, es posible.
Al abrir nada, vacío, nadie.
El rellano está completamente
lleno de aire, la luz apagada y
las baldosas frías me miran,
acusando mi locura.
Así que cierro, y cuando
camino dos pasos hacia mi salón,
me detengo, doy la vuelta,
y vuelvo a mirar tembloroso.
Observo por la mirilla, y sorpresa,
esa nariz grande está ahí,
sonríe, y desaparece sin más.
Se oculta helando mi sangre.
Campo de Criptana
7/11/21. Jerofer.
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