MONZON, como ViENTO
Me atraviesa el viento del Monzòn, mi cuerpo, desde el pecho se introduce congelando, helando mi alma. Observo tu reacción desproporcionada y confundido no se donde dirigir mi paso. Tu soplas Monzòn contoneando tu esculturar figura, la que tú cuerpo posee. Yo, helado sufro sin poder avanzar, consumo lunas y el tiempo que desperdicio es un privilegio derrochado. Se agota la paciencia de este que subscribe, a punto de dar la vuelta y caminar rumbo contrario a las estrellas, deseoso que la que más brilla en mi corazón se pronuncie. Jerofer. 6/5/21 Monzòn