DESCALZO
Vuelvo a caminar descalzo en el desierto de la vida, mezclado con semejantes, almas agrupadas pero solas. En este desierto árido y seco, que en ocasiones se torna lluvioso y torrencial, donde todos nacemos solos, donde solos moriremos también. Buscando el jardín del Edén, la tierra prometida, la felicidad, caminamos en soledad, cada cual la experimenta a su manera. Sin percatarnos en ocasiones, que la felicidad reside en nosotros mismos, en nuestro interior, en nuestra esencia más elemental, la de un nińo. Sin embargo al perder la mirada de nińo, la buscamos en objetos o personas, sin satisfacernos muchas veces, perdiéndonos. Yo, sigo caminado descalzo. Jerofer. 9/5/21 Campo de Criptana