JEROFER CONDUCE

 Feliz intrusa que  irrumpes sin avisar para ocupar mi mente en las oscuras noches, como en días, donde los girasoles apagados  se miran entre ellos. Intrusa, que abriste mi puerta de un golpe, entrando en el vacío  de un recuerdo pasado, en una cavidad negra, empolvada de miedo. Subiste a mi nube borrascosa en cual las gotas de lluvia descontroladas se calman despacio, dando paso al sol y al azul de un cielo radiante, para que así los girasoles  vuelvan a sonreír de nuevo. La negra borrasca cesa, y desparece tras tu sonrisa, entonces todo brilla,  luz y alegria.                     Campo de Criptana                               11/9/21                               Jerofer.

 Ya no escribo sentimiento  en noches de luna y whisky, ahora, escupo en tinta azul sobre un blanco fondo  repleto de incertidumbre, de destino, de solo fluir. Ya no escribo, solo eres recuerdo. Casi olvidado. La lluvia de otońo en domingo me arranca las espinas de las rosas azules,  clavadas en mi corazón, aún así, las cicatrices  perduran al reloj, al tiempo. Me he mudado tantas veces que el baúl arańado no admite ser arrastrado una vez más. Así, que no escribo más,  simple, versos. Avanzo con mi maleta secreta repleta de chuches y dulce, dejando mis alas libres al viento, acepto mi rumbo en el aire sin detenerme, disfruto, y tu. Tú te desvaneces en la memoria de este, un viejo cansado y desgastado, ya no escribo, simplemente no.                                      Campo de Criptana                                                 3/10/21                                                Jerofer.