ROSTROS
Rostros sin nombre
caminan las aceras
entre empujones y codazos,
distantes, miradas acusadoras.
Disculpándose después.
Como mascaras venenezianas
veo sus faces, inexpresivas.
Miradas, rostros anónimos
desencajados por el dolor
discurren en vidas paralelas.
La niebla mental los satura.
Sin observar ni molestarse ver
las coincidencias comunes.
Todos,
los rostros sin nombre
viven, lloran, ríen y sufren
intentando mejorar sus vidas.
Sin empatizar entre ellos.
PARIS. F
4/6/2020
Jerofer.
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