JEROFER CONDUCE

 Al nacer en la mañana  abro mis ojos, observando la nueva oportunidad  regalada por el universo. Agradezco el día y sorpresa: estoy rodeado de cenizas. Grises y negras cenizas tapan mis pies. Al momento no recuerdo  el motivo, después tras unos segundos de análisis toco mi pecho y mi mano derecha se hunde dentro de el. La cavidad vacía de mi corazón  me muestra el incendio  producido lunas atras. Cuando huiste en silencio abandonando la habitación de paredes arańadas, la que albergaba la ilusión y los sueños  que teníamos planeados, hablados. Entonces al quedar atrapado  en la soledad que siempre  disfruté, mi corazón ardió  al comprender tú imposible, tu decisión de miedo. Y yo, sentado en la silla de esa habitación vacía ardí creando cenizas. Zierbana. 19/2/22 Jerofer. 

 El verde inmenso de los ojos, se apaga lento, tristes, cansados. El verde de miles de ojos viejos, ensangrentados, sangre callada, omitida, escondida y arrinconada. Hombres abocados al desecho, a ser basura, a sonreír cada quince días, y tres horas dos dias a la semana. El silencio más atroz los condena, por una sociedad que los seńala  como cualquier otro culpable, marcados por igual que los asesinos, por la sinrazón. Hombres que cometieron el  error de intentar ser felices de  otra forma, intentando cubrir a sus hijos de otra forma, lejana de gritos y desavenencias. A partir de una firma, solos, en  desesperacion de una depresión  invisible, no diagnosticada por  seguir haciéndolo lo mejor  que se puede, encarcelados y presos de vida, abandonados. Ese verde en los ojos, sea del color  que sea esta perseguido suuuuh. La sociedad no quiere problemas, es más fácil silenciar juzgando a todos por igual, como los asesinos de mujeres, como delincuentes. Jerofer. 8/2/22 TARRAGONA 

 Siempre, desde siempre, he escrito rompiendo  después mi poema en caliente. Nacido de un instante, de una inspiración confusa, Siempre, he destrozado  los versos en mil pedazos o he arrugado el A4 con tinta azul, siempre azul. Transformando el orden en una bola de papel deformada. Nunca me preocupé de gritar en el aire mi sentir, mi pensamiento  liberador. Pero gracias al soplo de tu sonrisa, y al cálido abrazo de tu voz, comprendí  que nadie, más que el lector debe  dictaminar si es bueno o simplemente no. Así que hace ańos abriste para mi una ventana, donde decidí gritar, escribir poemas de amor, de vida, de alegrias y lloros. Sin más, gracias por leer mi humilde tinta azul esputada, lanzada, gritada siempre al aire. Gracias a todos. Jerofer.  5/2/22 Campo de Criptana 

El barro sobre mi cuerpo  se secó sobre la piel, arrastrado en instantes, sin rendición alcance el exterior. Caminé erguido de nuevo. El agua me purificó el alma ya sanada, libre comprendo  al fin que soy luz. Daré gracias al fuego de la nieve siempre, el me empujó  desde la cruel oscuridad  hacia un camino incierto, nuevo. Salvó mi vida. Entonces caminé hasta encontrar  tu escalera, desconocida para mi. Pero sońada desde siempre. Me bańé en tus cristalinas aguas limpiando mi piel, mi cuerpo. Mis heridas, casi cicatrizadas se abrieron más que nunca. Loco, desorientado, sangrando y atrapado en una soledad que antes amaba, me sentí abandonado. En oscuridad, sentado en un columpio, con los pies colgando noté una suave caricia en forma de claridad, iluminando dese mi espalda hasta mi rostro, envuelto. Comencé a balancearme, primero despacio, más rápido después. Ahora disfruto el viento de cara sonriendo, como antes no pude, siendo luz.Presente. Jerofer. 29/1/22 Campo de Criptana 

 En ocasiones, observo desde la lejanía tu silueta, la memorizo guardándola en mi rincón más sucio y lascivo. En ocasiones, solo algunas veces, rebusco los rincones sucios de mi mente, buscándote, deseándote desnuda  junto a mi sudoroso cuerpo. En ocasiones, me desborda un calor  en el pecho que estalla en forma de eyaculacion, casi siempre provocado por tu presencia, por tu visión implantada, que se convierte real en mi ser, en mi deseo por poder poseerte. En ocasiones………….                                         21/12/21                                          Jerofer                                    Campo de Criptana 

 Observo por la mirilla de la puerta, y veo un rostro deforme, su nariz es enorme, sin orejas aparentes. Abro la puerta sin recordar si alguien llamó, o no, es posible. Al abrir nada, vacío, nadie. El rellano está completamente  lleno de aire, la luz apagada y las baldosas frías me miran, acusando mi locura. Así que cierro, y cuando camino dos pasos hacia mi salón, me detengo, doy la vuelta, y vuelvo a mirar tembloroso. Observo por la mirilla, y sorpresa, esa nariz grande está ahí, sonríe, y desaparece sin más. Se oculta helando mi sangre.   Campo de Criptana    7/11/21. Jerofer.

 Feliz intrusa que  irrumpes sin avisar para ocupar mi mente en las oscuras noches, como en días, donde los girasoles apagados  se miran entre ellos. Intrusa, que abriste mi puerta de un golpe, entrando en el vacío  de un recuerdo pasado, en una cavidad negra, empolvada de miedo. Subiste a mi nube borrascosa en cual las gotas de lluvia descontroladas se calman despacio, dando paso al sol y al azul de un cielo radiante, para que así los girasoles  vuelvan a sonreír de nuevo. La negra borrasca cesa, y desparece tras tu sonrisa, entonces todo brilla,  luz y alegria.                     Campo de Criptana                               11/9/21                               Jerofer.